En caso de accidente, el cinturón de seguridad debe retener a los ocupantes lo antes posible, de modo que debe llevarse ajustado. Debido a la indumentaria de los ocupantes y al mecanismo de enrollado por inercia suave, no siempre es así. Este efecto se denomina holgura del cinturón. Los pretensores pirotécnicos de los cinturones compensan la holgura del cinturón tensándolo en caso de impacto. Los pretensores del cinturón de seguridad son accionados por un generador de gas activado por la unidad de control de los airbags. El pretensor del cinturón tiene un umbral de disparo más bajo que el airbag frontal, esto es, podría activarse en respuesta a una colisión no lo suficientemente violenta como para disparar los airbag frontales. Al dispararse, los pretensores tensan el cinturón de seguridad. Al estar entonces el cinturón más ceñido al cuerpo, los ocupantes deceleran junto con el vehículo en una fase más temprana, y la carga sobre el cuerpo se distribuye uniformemente a lo largo de todo el proceso de retención, reduciendo así el riesgo de lesiones.